10 septembre 2009

Café en vena.

Hoy recorde ese día.
Y qué quieres que te diga, me emocioné.
Ya sabes, soy la persona más sensible con la que te puedas cruzar, pero eso también es bonito no?
Aunque claro, conocer a una de las personas más importantes de tu vida no sucede todos los días, ni sucede con presteza, ni sucede como lo planeas.
Todo transcurre de un modo maravilloso, extraño. Como quien no quiere la cosa, te adentras en el fantástico mundo de la amistad, donde nada sucede de forma corriente ni habitual, porque es más divertido vivir a la aventura.
No sé... Tampoco todos los días sale una de su obsoleto pueblo, donde lo más moderno que puedes encontrarte es una cortina de agua que te saluda constantemente, que lleva sin funcionar desde la Expo.

La gran ciudad, la capital. No conseguiréis sacarme de allí. Puede que me veáis aquí, a unas 3 horas, a cientos de kilómetros, pero una parte de mi corazón se quedó contigo, se quedó con la ciudad. Se quedó esperando a que regrese y que esa vez sea para siempre.

Deseo que los 19 días que faltan para poder volver al ritmo frenético de la urbe se pasen volando, pues no podría esperar ni un sólo día más sin ver a mi Jaycita y sin conocer a mi querida Castaway.

Eso y que mis venas necesitan un Starbucks... (^^)


Os quiero preciosidades.

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