22 juin 2009

El acabose.

Y como diría la estrella invitada a mi mente esta semana, Enrique Bunbury;

Y prefiero cantar rockandroll cuando conviene estar callado...



Miedo frente a una puerta cerrada.
La quiero abrir, pero algo grita tras ella.
Me asusto y retrocedo.
¡Se fuerte!, me grito a mi misma,
pero el miedo es ofensivo y triste.

Lo que grita tras la puerta no es un alma pura
siendo asesinada por un bárbaro.
Es un rockero siendo martirizado
por unas adolescentes jurando
que los Jonas Brothers son tan rockeros como Axl Rose.

Grito, huyo, escapo.
Me escondo en los matorrales donde una vez
Keith Richards hizo pis.
Ahí estaré segura. Ese infernal sonido
popero no me alcanzara bajo la protección
de tal mito del rock, pienso...

¡Pero me equivoque! Esa maldita y atroz
música persigue a todo aquel que tiene oídos,
y los maltrata, haciendo agonizar al ser
que los porta hasta la muerte,
o en su defecto,
hasta convertirlo en un seguidor de esa música
a la que yo, en mi humilde opinión,
considero peor que la mierda.


Todo esto, en mi humilde opinión...

1 commentaire:

Starchaser a dit…

Viva el Metal y la madre ke lo pario!!(el Blues(o segun Cris el Jazz)) Lo que no soporto es como unos niñatos por tener una Guitarra y tocar un POP comercial, ke gusto no, pero arcadas provocan un rato; se crean en poder de utilizar unA palabra tan valiosa como es el Rock! ¡Larga vida al Metal y a este blog! XD

PD: Si alguien matase a cualkier "cantante" si se puede llamar asi, salido de disney seria un gran favor :) ke ofensivo...