La cosa es que echo de menos a la abu. Mucho en realidad.
Pero aparte de eso, no puedo quejarme. Me va bien, la universidad es guay, me gusta lo que estudio aunque las clases se me hagan largas y pesadas. Me atreví a decirle al chico que me gustaba que fuesemos a tomar un cafe. Lo pasamos bien, pero no os hagáis ilusiones, que ya sabéis que me canso en seguida. Tengo mucho que hacer pero trato de llevarlo con alegría. A veces me vengo abajo, pero es normal, creo.
Llevo una doble, o incluso triple vida, que si se conociera por las partes que integran las otras vidas, sería muy LOL y de flipar para todos, pero no soy tan mala persona como he intentado hacerme creer estas últimas semanas.
Bueno, al menos eso creo.
He empezado a estudiar en serio, llega la Navidad y llega mi Perrusqui de Manchester. Son todo ventajas, eso está claro, pero, no estoy terriblemente bien.
Cosas de gafapastas deben ser.
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