Ayer me sentía cocinera. Anteayer me sentía resacosa. El día de antes de anteayer, me sentía Dios.
Pero no en plan milagros y cosas de esas. Dios en plan de que nadie podía pararme.
Y ya ves tú, luego, con una palabra... Pum! Me convierto en Chocapic, o en lo que tú quieras.
Hoy, como podéis observar, me siento idiota.
(I like the way you move around the disco dance-floor...)
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