¿Por qué? ¿Eh? ¿Quien me mandaba a mi abrir la caja de Pandora? ¿Quien se mete en mi subconsciente y me dice que haga todas esas cosas que me hacen tanto daño?
A lo mejor es que soy idiota sin más. A lo mejor le estoy dando vueltas a algo que no tiene mucho sentido. Pero a lo mejor, y digo a lo mejor, yo tengo razón.
Son muchos años, muchos. No puedo decir que nos conozcamos a la perfección, ni siquiera que hablemos a menudo. Pero puedo jurar y perjurar, que en otro tiempo fue así.
Hace, no sé, dos años, quizá tres, no había noche que nos acostáramos, cada uno en su cama, sin darnos, a nuestra manera, las buenas noches.
Pero eso se perdió. Apareció, llamemosla "la endemoniada". Lo aparto de mi con excusas y pretextos. Nunca fue mio, pero gracias a ella, nunca más podría serlo.
Mi corazón ansiaba asesinarla casi tanto como abrazarlo.
No puedo decir que fueran meses fáciles, ni siquiera que fueran meses "pasables". Fueron unos meses horribles. Nosotros, hablábamos casi a escondidas, ella no podía enterarse. El, muy a mi pesar, no hizo nada. Eso me dolió. Me provoco un dolor inmenso, ya que yo, por aquel entonces encontraba en el un amigo, un confidente, un amor secreto.
Ahora ya, pensaba que todo estaba muerto, que entre nosotros no quedaban ni las cenizas de lo que un día tuvimos. O al menos eso pensaba yo.
Pero sus textos, no sé... Me da la impresión de que él sigue pensando en mi, igual que yo sigo pensando en él. Puede que ya no como antes. Si, ya sé, la llama se extinguió... Lo que quieras. Pero yo intuyo, sé, que hay "algo", una conexión especial entre nuestras mentes.
Llámalo como quieras.
Pero cada día, es más difícil de soportar. Esta carga es demasiado para mí.
Y para tí también.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire