Quiero decir, nadie te obliga a mirarme, hablarme, o siquiera comentarme.
Si no te apetece, simplemente no lo hagas.
No te sientas mal, no pienses en el que dirán ni en que pensaré yo.
Relájate.
Vive sin sobresaltos y llegarás a anciana.
Espero que tu simple cerebrito entienda que va por ti.
Si no, no pienso explicártelo más detenidamente puesto que ya tienes edad para comprenderlo tu solita.
Venga, un beso, guapa! (Así puedes seguir pensando que soy una mentirosa y una falsa, ya ves, que lo hago todo por ti...)
Paz!
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